
...y cuando creíamos que no quedaba ya espacio libre.. cubrieron el único respiro que le quedaban a sus esperanzas...
:-¿Quién los pinta?
:-Yo me ofrezco - Dijo Juan
:-Yo los copio.
De apoco nos pusimos de acuerdo y después de unos pocos días pegamos los panfletos en las paredes.
Nuestra banda por fin había podido salir a flote y por primera vez íbamos a tocar en vivo. Eso si, necesitábamos público que conociese nuestra música, y es por eso que decidimos promocionarla con la propaganda.
Los pegamos por cada rincón de San Miguel, Desde el correo hasta los bulevares de San Martín. ¡Nos cansamos tanto ese día! Llegamos cansadísimos a la casa de Nicolás.
Al día siguiente ocurrió algo impresionante. ¡No lo podías creer! Miles y miles de carteles pegados en todas las calles. Pero no nuestros carteles, sino otro tipo de carteles.
:-No quedó ninguno - dijo sorprendido Nicolás.
:-No puede ser, tiene que quedar alguno.
Buscamos por todos lados, en el poste de la esquina, en el kiosco de Don Guillermo, por todas partes. No había quedado un solo cartel. ¿que si los arrancaron? No, no los arrancaron, los habían tapado, que es distinto.
Miles y miles de carteles pegados en todas las calles. Uno sobre otro. Ni un solo espacio vacío dejaron esos...
:-¿Quién los pinta?
:-Yo me ofrezco - Dijo Juan
:-Yo los copio.
De apoco nos pusimos de acuerdo y después de unos pocos días pegamos los panfletos en las paredes.
Nuestra banda por fin había podido salir a flote y por primera vez íbamos a tocar en vivo. Eso si, necesitábamos público que conociese nuestra música, y es por eso que decidimos promocionarla con la propaganda.
Los pegamos por cada rincón de San Miguel, Desde el correo hasta los bulevares de San Martín. ¡Nos cansamos tanto ese día! Llegamos cansadísimos a la casa de Nicolás.
Al día siguiente ocurrió algo impresionante. ¡No lo podías creer! Miles y miles de carteles pegados en todas las calles. Pero no nuestros carteles, sino otro tipo de carteles.
:-No quedó ninguno - dijo sorprendido Nicolás.
:-No puede ser, tiene que quedar alguno.
Buscamos por todos lados, en el poste de la esquina, en el kiosco de Don Guillermo, por todas partes. No había quedado un solo cartel. ¿que si los arrancaron? No, no los arrancaron, los habían tapado, que es distinto.
Miles y miles de carteles pegados en todas las calles. Uno sobre otro. Ni un solo espacio vacío dejaron esos...
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