Y EN MEDIO DE AQUELLA NOCHE SE ASOMARON SUS OJOS PARA VER A LAS ESTRELLAS. NO ERA UNA NOCHE ESTRELLADA COMO CUALQUIER OTRA, ESTA ERA ESPECIAL. SU LUZ ABARCABA TODO EL PATIO DE ATRÁS Y HASTA LAS FLORES ENGAÑADAS CREYERON QUE ERA DE DÍA.
LARGO TIEMPO SE QUEDO SENTADA MIRÁNDOLAS FIJOS SUPLICÁNDOLES UN DESEO... QUE TODO VOLVIESE A SER COMO ANTES...
ES AQUÍ CUANDO COMIENZA A LLOVER. LAS DIMINUTAS GOTITAS ACARICIARON SUS MEJILLAS HÚMEDAS CON MATERNAL DULZURA, MIENTRAS EL VIENTO HELADO HACIA BAILAR SU LARGO VESTIDO FINO.
LOS HOMBRES DE TRAJE IMPECABLE CORRIERON HASTA SUS COCHES PARA EVITAR LA LLOVIZNA Y LAS COQUETAS DAMAS DE COMPAÑÍA LEVANTABAN CON FINURA LOS DELICADOS VESTIDOS ABOTONADOS HASTA EL CUELLO, DEJANDO DESCUBIERTOS ASÍ, AQUELLOS TOBILLOS PROHIBIDOS.
:- VAMOS AMALIA, ¡TE VAS A MOJAR!
HACIENDO OÍDOS SORDOS A LOS LLAMADOS DE SU NOVIO, SE QUEDO INMÓVIL BAJO EL AGUA, CON EL FLEQUILLO SOBRE LOS OJOS Y LA MIRADA ENTRECERRADOS HACIA ARRIBA. ¿BUSCABA ALGO? ¿QUE ERA LO QUE HABÍA TAN INTERESANTE ALLÁ ARRIBA?
TENÍA ALGO REPRIMIDO EN LA GARGANTA, UN GRITO QUE NO HABÍA SIDO NUNCA, UN AULLIDO DE AUXILIO QUE NO PUDO SER, UN LLANTO APAGADO POR LA LLUVIA ...
Y LA MUCHACHA DEL VESTIDO EMPAPADO BAJO LA LLOVIZNA MIRANDO HACIA EL CIELO ...
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