jueves, 16 de septiembre de 2010

Detalles.




Es así cómo se acercan.
Por alguna razón de esas locas que tiene la vida, se acercan.

Se conocen, se conversan.
Se cuentan cosas en medio de un café.
Por alguna razón de esas locas de la vida, se miran.
Se tientan, se esquivan.
Se miran fijo a los ojos y buscan forma en el reflejo de la luz.
Registran cada detalle en su retina, y un parpadeo.
Un registro, un parpadeo. Un recuerdo, un parpadeo.
Recorren cada segundo con los ojos, lo recorren.
Miran, y se esconden.
Esquivan la respuesta una vez más.


Sus labios son el trofeo de la pasión hecha carne, y lo registran.


Contornean con una línea invisible los bordes de sus pestañas, y parpadean.
Sus ojos eran un volcán de lava destellando fuego.
Y es entonces cuando vencen a los obstáculos del aire, y se acercan.
De a segundo en segundo, se acercan.
Con dulzura acaricia la mejilla de ella.
Ella, se mantiene inmóvil.
Se miran. No se miran. Se miran.
Dan un paso más. Ahora sus bocas están enfrentadas en la cornisa.
Aspiran el suspiro del otro. Sienten el calor de la boca ajena.


Bosetan la imaginación de un beso posible.
Sus ojos quedan fijos en los labios el fulano.
Y sube de apoco. Sube.
Mira su nariz, y sonríe.
Mira sus ojos, y sonríe.
Mientras, el fulano no puedo quitar sus ojos de su boca.



Se juntan. Se separan. Se juntan.
Se amarran . Se anudan.
Se tocan. Se besan. Se funden.Se atan.



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