sábado, 29 de enero de 2011

Me cago en el destino.

El azar, el destino, algún brujo, DIOS... o al que quisiéramos hecharle la culpa. Nosotros ya no íbamos a estar más juntos. "Y si...", hubo tantos de esos en nuestra relación..."
Por un condenado resultado "negativo" mis ovarios dijeron BASTA de ésto y se pusieron de acuerdo con mi corazón para que de una vez por todas me decida realmente a "estar bien" y a "no conformarme con mitades".
Yo cada vez que me enojaba rompía sus cartas y borraba sus mensajes del celular; él, rompía el chip del teléfono para que yo no lo pudiera ubicar. En cierto punto le había funcionado un par de años, feo fue cuando él quiso ubicarme. Y así pasaron 6 años.
Seis años del "EX". De mensionarlo eternamente como mi "EX".
"En el fondo siempre supe que no era para mi" y los eternos "lo sabía", que me digo para sentirme un poquito mejor, pero no siempre funciona. 

No hay comentarios:

Publicar un comentario