
Yo cada vez que me enojaba rompía sus cartas y borraba sus mensajes del celular; él, rompía el chip del teléfono para que yo no lo pudiera ubicar. En cierto punto le había funcionado un par de años, feo fue cuando él quiso ubicarme. Y así pasaron 6 años.
Seis años del "EX". De mensionarlo eternamente como mi "EX".
"En el fondo siempre supe que no era para mi" y los eternos "lo sabía", que me digo para sentirme un poquito mejor, pero no siempre funciona.
No hay comentarios:
Publicar un comentario